30/9/14

Searching for sugar man

¿Puede suceder que uno sea un líder musical en el movimiento contra el apartheid sin saberlo? ¿Se puede triunfar al otro lado del mundo, ser realmente alguien importante, un verdadero mito, y no estar enterado de ello? Pues al parecer esa es la historia de Sixto Rodríguez.
Este documental, que ganó el Óscar y el BAFTA (entre otros) en su categoría en 2013, nos enseña que la vida siempre puede sorprenderte, que tener una pasión y cumplir un sueño es posible, y todo con una banda sonora y una puesta en escena sublimes.
Pero lo que me ha tocado la fibra y me da esperanzas es él, "Sugar man" Rodríguez, que nos da toda una lección de como sí es posible vivir manteniendose fiel a valores y principios humanos que muchos parecen estar olvidando hoy en día.

26/9/14

Expiación - Ian McEwan

La primera parte del libro me cautivó: es increíble como McEwan va transformando sutilmente la cotidianidad de los Tallis en el suceso que cambiaría su familia para siempre. Y aunque narra sólo un día de su vida, logra describir minuciosamente cada uno de los personajes y nos da una visión realmente completa de su pasado y de su evolución. Además me parece inevitable, al final de este capítulo, no tener sentimientos encontrados hacia cada uno de los personajes.
En cuanto a la segunda parte, se me hizo pesada. Algunos pasajes son muy interesantes e intensos, y es un capítulo fundamental dentro de la historia, pero creo que le falta dinamísmo y se hace demasiado largo.
En la tercera parte vuelve la chispa, y, al menos en mi caso, se clarifican e intensifican esas primeras opiniones hacia los personajes. Pero al final de ésta me quedó un pequeño poso de oscuridad, un sentimiento de no perdón y de que no hay redención posible.
El último capítulo es la guinda del pastel. Cierra el círculo de forma perfecta, pero la narración es sí es, para mí, la más floja.
En resumen: una lectura muy recomendable, de esas que te cuesta dejar aún cuando sabes que te pasará factura cuando suene el despertador al día siguiente.


Expiación, Ian McEwan, Anagrama (2002)                      

22/9/14

Cinema paradiso


Lo vi en el telediario: reestrenan Cinema Paradiso con motivo de su 25 aniversario, y no podía dejar pasar la oportunidad de verla en pantalla grande.
Es una película llena de emociones: las aventuras del piccolo Totò, su amistad con Alfredo, su amor por el cine y por Elena... Pero sobre todo las imágenes de todo un pueblo entregado cada tardenoche en las sesiones de una pequeña sala cinematográfica: las risas, los llantos y los gritos de decenas de personas que comparten juntas momentos únicos.
Esta escena es una de mis preferidas, seguramente porque yo también he sentido la confusión de intentar volver a una vida que se acabó en el preciso momento en que te fuiste, y porque sé bien que la nostalgia puede frenarte aunque sea de forma inconsciente:
Por supuesto, la escena de los besos prohibidos, besos con los que tantos soñaban y que tenían que imaginar, besos que dan sentido al cine:
Y no es que yo quiera desmerecer la música de Morricone, pero una vez encontré entre video y me parece maravilloso:

16/9/14

La súper Venus de Fréderic Doazan

No podía dejar de compartir este video (pinchar en el enlace para ver):

http://www.12fps.net/fr/home/serie/3159/04/slideshow?of=0

Primero porque me parece magistral en tanto que con un simplicidad increíble cuenta como en la búsqueda de la belleza se puede perder el norte y terminar siendo algo realmente feo. Segundo, porque no se acusa a nadie y nos deja reflexionar a cada uno, abriendo un debate muy interesante.

Personalmente creo que la culpa está muy diseminada, un poco por todas partes: en la televisión y cualquier otro medio visual, en las tiendas de ropa, en los hombres y las mujeres, en los conceptos sociales... Por eso tenemos que hacer un gran esfuerzo para librarnos de "la losa de la belleza", aunque esa presión parece que está siempre a nuestro alrededor, a veces más pesada y a veces menos, pero siempre presente. Y lo que me parece más peligroso, cuando logra colarse en nuestro interior, especialmente porque puede acomodarse con relativa facilidad.


13/9/14

Risotto a mi manera en 7 pasos



Llevo esperando este día desde julio y como tenía que coger fuerzas, he preparado un risotto para comer:
 * Ingredientes: setas deshidratadas, caldo de verduras o de pollo o de carne, arroz redondo o bomba, aceite de oliva, perejil, sal y queso parmesano o granna.
1. Se calienta el aceite de oliva en una sartén y, se añaden las setas hidratadas. Al mismo tiempo se pone a calentar en una cazuela el caldo junto con el agua en que se habían hidratado las setas.
2. Añadir el arroz cuando veamos que las setas están a media cocción aproximadamente (utilizad el método del "ojo de buen cubero"), salar y remover.
3. Agregar caldo suficiente para tapar el arroz. El resto debe permanecer caliente en la cazuela.
4. Remover y remover para que se suelte el almidón del arroz, que es lo que le da ese toque cremoso. Cuando la mayor parte del líquido se halla consumido, echar otro cazo.
5. El proceso de remover y añadir más caldo se repite hasta que el arroz esté hecho.
6. Justo antes de que se consuma todo el caldo espolvorear el queso rallado y el perejil. Corregir de sal si fuese necesario.
7. Dejar reposar unos minutillos y listo.

Y ahora sí, me voy a lío, a ver a estos señores:

10/9/14

Nací para ser rica...

... Porque no me gusta trabajar. Aunque me gusta mi trabajo, y esto en sí mismo no es una incongruencia aunque pueda parecerlo.
El caso es que la "cuesta de septiembre" está siendo muy empinada y difícil de subir; y no sólo por la depresión post-vacacional, que la tengo más que asumida; sino porque trabajo en un manicomio. 
En mi empresa hay un selecto grupo de jefes, jefecillos y jefazos que se pasan el día en interminables reuniones tomando decisiones que vaya usted a saber cuáles son mientras los servicios se autogestionan como pueden. Así que mi despacho (compartido) que es la antesala del despacho de la directora de mi centro, es un no parar de personal que acude en busca de recomendaciones, soluciones, iniciativas, peticiones, quejas, etc.  y que se va por donde vino al no encontrar quien les atienda. Pero no pasa nada, porque semanalmente llega a nuestras bandejas de correo electrónico un mensaje de la jefecilla, reenviado a partir de uno del jefe, a su vez reenviado de otro del jefazo; en el que lo mismo nos felicitan por nuestra labor y nos dan ánimos para seguir adelante, que nos imponen la aplicación de unos programas o actividades sobre otros; eso cuando no nos instan a mantener los termostatos del aire acondicionado/calefacción en unas determinadas temperaturas...
La semana pasada, nuestra querida directora nos anunció primero que iba a presentarse a un puesto de promoción interna (aún cuando llevaba sólo 8 meses en el puesto y después de que una de las quejas más reiteradas del personal fuese que los directores pasan por nuestro servicio en vólido de carreras y que así no hay forma de establecer una línea de trabajo y ella dijese al principio de su reinado del terror que eso se iba a acabar), y un día después dijo que lo había conseguido. Estaba tan contenta que durante dos días no hizo otra cosa que pavonearse y rascar felicitaciones de todo el mundo. Y total para que hoy nos caiga el jarro de agua fría: que no se va, que ha hablado con los jefazos de la gerencia y que se lo ha pensado mejor, que la necesitamos y que tenemos mucho camino por delante.
A pesar de esto, y como decía al principio, me gusta mi trabajo, me gustan la mayoría de las personas con las que trabajo y, especialmente, me gustan las personas para las que trabajo. También me gustan las tareas que tengo que hacer, y me gusta que me autoasigno tareas nuevas que me gustan todavía más. Me gusta esa hora de despacho en la que estoy sola y puedo ponerme música. Me gusta trabajar a 5 minutos de casa y no tener que madrugar. Pero sobre todo, me gusta tener tantos días de vacaciones (dos meses señoras y señores, ¡dos!).