23/11/15

Fiesta del Cine (otra vez)

Aprovechando una vez más los descuentos de la Fiesta del Cine fui a ver dos películas (sí, ya sé que fue hace 3 semanas, pero es que no me da la vida para actualizar con más regularidad y me apetece hablar de ellas).

Primero vi Truman de Cesc Gay e interpretada por Javier Cámara y Ricardo Darín. Iba con pocas espectativas al respecto y debo decir que me gustó, pero no me enamoró. En general creo que es una película "fácil", y con esto quiero decir que llega al espectador porque hace un uso de las emociones convencional; efectivo y afectivo a partes iguales también, pero convencional. Sin embargo, destaca por las notas de humor negro que aparecen en su justa medida y que le dan un color inesperado a la trama. Por supuesto, Darín y Cámara están espectaculares, y eso también suma. En gerenal, una película recomendable, pero  no imprescindible. 

Después vi Black Mass de Scott Cooper y protagonizada por Johnny Deep y Joel Elgerton (y en un pequeño papel, Benedict Cumberbatch); en la que sí tenía puestas muchas esperanzas y que me aburrió soberanamente. Tenía 5 buenas razones para verla: Johnny, basada en hechos reales, centrada en la mafia y la corrupción, Benedit y Johnny (sí, otra vez Johnny); pero de todas ellas la única que se salvó fue Benedit. En fin, me pareció que el ritmo era lento, pero la trama demasiado rápida; que Johnny iba tan maquillado que no podía ni gesticular; que la historia no aporta nada nuevo y que se dejaron por el camino la relación mafioso-senador.

9/11/15

Octubre en libros

Como no me estoy pasando muy amenudo por aquí se me están juntando unas entradas con otras, pero tengan piedad de esta humilde servidora que por fin está cumpliendo el plan deportivo que se propuso allá por enero o febrero y, aunque sea con 10 meses de retraso, es toda una satisfacción, a pesar de que haya días que no pueda bajar las escaleras o el simple hecho de coger algo de los estantes altos se convierta en una tortura.
En fin, a lo que vamos En octubre leí dos libros, que es el ritmo que estoy llevando desde hace unos meses, aunque ahora mismo estoy estancada y no sé si en noviembre seguiré así.
Canciones de amor a quemarropa es una historia formada por varias vidas. (ATENCIÓN: SPOILERS) Cada capítulo está narrado por un protagonista, aunque puede decirse que entre ellos destaca como personaje principal Lee, un músico de éxito que siempre vuelve a su pueblo natal, y que es el que peor me ha caído de todos. De hecho, quien más me ha gustado ha sido Kip, y prácticamente el autor le maltrata en esta novela. Luego están Henry, que es un soso; Beth, que es una cobarde; y Ronny, que según dicen se ha quedado medio tonto después de caerse de un toro en un rodeo, pero a mí me parece el más normal de todos. La trama está bien, digamos que es bastante interesante; y ya que el estilo del autor es sencillo y directo; el libro se lee fácilmente. Ahora bien, en sus virtudes están sus defectos; porque lo que no me ha gustado es que, precisamente, la narración es siempre igual, osea, que los personajes no tienen su propia voz. Como he dicho antes, cada capítulo está escrito en primera persona desde la perspectiva de cada uno de los protagonistas; pero la verdad es como si hablase siempre la misma persona sólo que contando vidas diferentes.
Historias de Roma tenía muchas ganas de leerlo y no me ha defraudado ni un poco.  Puede ser que al leerlo en plena fase de melancolía romana esté un poco eclipsada, pero aún así me arriesgo a recomendarlo muchísimo porque, lo principal, es que Enric González dice verdades como puños sobre Roma y los romanos. La primera de todas es que la mejor birra italiana es la Menabrea, que precisamente no es de la región y es difícil encontrarla en bares y restaurantes de la capital. También es verdad que Roma es tan caótica como una ciudad asiática, pero en los raros momentos de tranquilidad que tiene se vuelve mágica; y aunque sea una gran ciudad europea, nunca ha dejado de ser un grupo de barrios con sus negocios tradicionales y sus vecinos que se conocen y se saludan a diario (incluso en el centro). Y luego están los romanos, muy formales en el trato de desconocidos, pero tan campechanos con los conocidos que parecen más bien salidos de un minúsculo pueblo de interior en vez de La Urbe; y además dejados y llenos de desidia en la superficie, pero alegres y generosos en el fondo. Además de esto, hay algunos apuntes sobre historia, lugares que visitar, recomendaciones de restaurantes...
Y ahora os presento a mi nueva torre de libros comprados todos ellos en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Puede parecer que la cosa se me fue de las manos, pero no; es que había unos chollos... Por ejemplo, pagué 15 € por El tiempo entre costuras y El jilguero, ambas ediciones en perfecto estado. El resto de libros me costaron entre 4 y 7 €, y son todo títulos de los que pueblan la lista de pendientes y como digo en condiciones fantásticas, una ganga vaya. Desde luego, voy a dejar de comprar por una buena temporada, excepto que algún ilustrado o historia gráfica se cruce por mi camino, claro. Eso sí, a ver cuando los leo...

1/11/15

Volver a Roma

Quiero viajar a Roma por lo menos una vez al año, y aunque de momento lo estoy cumpliendo, tengo miedo de dejar de hacerlo alguna vez.
A Roma la aprendí a amar lentamente. Sé que hay muchos viajeros que se quedan prendados por ella, pero yo no fui una de ellos. Nuestra historia de amor se construyó lentamente, primero, por toda la gente que fui conociendo y que ahora son como mi familia; segundo, en infinitud de caminatas que me llevaron a los rincones más inverosímiles; y tercero, gracias su gastronomía. Y ahora, que tampoco hace tanto tiempo que le dije adiós, ya no me acuerdo de todas las cosas que no me gustaban de ella: el tráfico, la suicedad, la desidia...
Gracias a Roma, soy como soy; porque vivir allí me cambió en muchos aspectos. Lo más curioso es que me iba dando cuenta de esa transformación: tenía más confianza, más arrojo, más paciencia, más tolerancia. También fue allí donde aprendí a apreciar la vida tranquila y hogareña, a vivir con poco, a disfrutar de los pequeños instantes, y me volví más reservada todavía.
Volví a finales de septimbre y pasé una semana fantástica. Me reencontré con viejos amigos, recorrí las calles que más me gustan y descubrí todo lo nuevo que había en ellas, comí en los sitios de siempre y en otros tantos que no conocía, fui al cine, a varios museos, a un espectáculo y a correr en el parque que me enseñó a amar este deporte. Por supuesto, pasé una tarde en la librería y volví cargada del material suficiente para pasar otro año sin escasez de novela italiana. Dos autores de mis favoritos: Baricco y Ammaniti, de los que espero poco a poco leer todos sus títulos; una novela de la Comencini, también repito con ella ya que hace un par de años leí un libro suyo que me gustó basante; y pruebo por primera vez a Valeria Parrella, de la cual no sé casi nada, pero me atrajo la sinopsis del libro. El de Glattauer fue un regalo de una buena amiga ya que en medio de una conversación salió a relucir Contra el viento del norte, y ella me regaló este que había leído hace poco.
Reconozco que este último viaje me ha dejado muy nostálgica, así que seguramente no tardaré en volver por aquí a seguir hablando de Roma... (Sí, es una amenaza ;P).

25/10/15

Cuento de las buenas noches

En esta historia se cuenta que, en una tierra que estaba en guerra, había un emperador muy temido porque hacía muchos prisioneros. Pero éste, en vez de matarlos, los llevaba a una sala en la que, a un lado, estaban sus arqueros y, al otro, una gran puerta de hierro en la que había grabadas calaveras sangrantes y otros dibujos atemorizantes.
Un vez allí, el emperador hacía que todos los prisioneros formasen un círculo y les decía: "A todos ustedes les hablo: les doy la oportunidad de elegir entre morir atravesados por las flechas de mis arqueros o bien irse por esa misteriosa puerta".
La elección de todos los prisioneros que pasaron por allí fue la de morir por las flechas de los arqueros antes que cruzar la puerta que tanto los atemorizaba.

Mucho tiempo después, una vez que la guerra había terminado, uno de los soldados más cercanos al emperador decidió consultarle una duda que lo había acompañado por muchos años: "Mi emperador, con su permiso, ¿puedo hacerle una pregunta?". El emperador asintió, y el soldado continúo: "He tenido siempre curiosidad por saber que hay trás esa puerta tan aterradora, ¿podría decírmelo?" A lo que el soberano respondió "Acércate, abre la puerta y compruebalo por ti mismo".
Con gran temor, el soldado se acercó a la puerta y agarró la manilla. Respiró hondo antes de abrirla sintendo como el miedo crecía un poco  más. Pero, a medida que iba empujando, la sala se iluminaba por acción de los rayos del sol que entraban; y una vez abierta, se sorprendió al ver un enorme camino.
El soldado se volvió hacia el emperador y lo miró con admiración. Éste argumentó: "Ellos sólo debían elegir, esa era la oportunidad que yo les daba, pero ante el temor que les provocaba la puerta, todos decidían ser traspasados por las flechas de los arqueros. El miedo no les dejó ser libres".

Y tú, ¿cuántas puertas no has abierto por el miedo a los desconocido?
(Otra historia contada, desconozco el autor).

19/10/15

Septiembre en libros

A principios de septiembre empecé a leer Legado en los huesos de Dolores Redondo, la segunda parte de la conocida Trilogía del Baztán. El primer libro lo leí y en abril y ya os conté mi opinión. (ATENCIÓN: SPOILERS A CASCOPORRO A PARTIR DE AQUÍ). En éste, la narración me ha parecido menos pretenciosa, y la inspectora Amaia Salazar también; seguramente haber tenido un hijo la ha bajado del Olímpo del FBI y la ha hecho ser un poquito más persona. En general, ella me ha caído mejor y la historia con su madre empieza a tener algo de sentido, aunque sigue estando un poco cogida con pinzas. 
También me ha gustado que los personajes masculinos tengan algo más de protagonismo en este libro, no porque sean hombres, sino porque en el otro estaban casi casi para hacer bulto. De hecho, creo que a ese equipo le hace falta otra mujer porque está en el ambiente que Amaia tiene que "comportarse como un hombre para hacerse respetar en un mundo de hombres", o al menos eso percibo yo. O igual no le hace falta otra mujer, pero es que la pelea a puñetazos con Montes me pareció lamentable.
Tampoco me gustó ese amor incondicional-pasión irrefrenable-lo que sea del juez Markina hacia Amaia. No tiene fundamento ni sentido alguno, por lo menos para mí.
En general, creo que es una historia más rica, con más tramas y mejor ligadas que la primera, que incluso deja algunos cabos sueltos para generar curiosidad con la continuación; pero me enganchó más la otra, seguramente por la novedad.
En un viaje que hice en septiembre leí otro libro (porque Legado en los huesos era demasiado grande para llevármelo). Fue Chesil Beach de Ian McEwan. Desde que lo terminé no puedo dejar de preguntarme como hace McEwan para contar tanto en tan poco. Me explico, no es sólo que el libro sea corto, es que se trata de una historia tan aparentemente sencilla, que no deja de sorprenderte el curso de los acontecimientos. Y es que al final, se transforma en algo muy complejo. Supongo que esto también ocurre en Expiación (la otra novela que he leído del autor), como una simple noche en la vida de unas personas cambia el rumbo de sus vidas para siempre.
En Chesil Beach conocemos a Edward y a Florence, y cuando digo que les conocemos, es así realmente. Y como la historia está contada alternativamente por ellos, llegas a empatizar con ambos aunque sus puntos de vista sean en ocasiones totalmente opuestos. Además, los saltos temporales encajan a la perfección con el hilo principal, y ayudan a dar sentido a todo. 
Sin duda, es un libro magnífico y lo recomiendo mucho.

11/10/15

Una noche en el cine

El jueves fui al cine, hará unos 5 o 6 meses que no voy, y casi casi se me han quitado las ganas de ir en otro tanto... Bueno, esto es un poco exagerado, pero sí puedo afirmar que no volveré a ese cine en concreto.
La cosa ya empezaba mal porque fuimos a la sesión de las 22:30. Esto es un esfuerzo sobrehumano porque el jueves estoy agotada de toda la semana, pero El Barbas trabaja de tarde y es lo que hay. Siguió empeorando cuando la joven de la taquilla me dijo que ese día no era la Fiesta del Cine (sí, somos unos empanados y se nos fue la olla, omitamos comentarios al respecto que ya me fustigo yo sola) y pagué la entrada a 8,10 €. Me quedé muerta-matá, porque aunque cuando vamos al cine lo hacemos el día del espectador o similar (la entrada cuesta entre 3,50 € y 3,90 €; que no es poco), pero sé que a los cines a los que solemos ir la entrada normal cuesta entre 5,50 € y 6,90 € (en función de si es entre semana o fin de semana, e incluso suele haber bonos para que los fines de semana te cueste un poco menos). Para rematar la jugada, nos colocaron 20 minutos de anuncios, no de trailers, de anuncios, antes de la película; y no antes de la hora de inicio, no; sino que a las 22:30 en punto empezaron con la publicidad, así que la película empezó a las 22:50. Osea, que he pagado 8 eurazos como una casa y encima me ponen anuncios que tengo que ver sí o sí.
Por si a alguien le interesa fue en unos Cines Yelmo, que sé tienen salas por todo el país. No sé si en todas es así o no.

La noche no mejoró con la película porque no me gustó... Vimos Regresión y aunque la premisa es muy interesante, al final es sosa y previsible. El dúo detective y psicólogo es aburrido, y el papel de la víctima, me deja fría. 

4/10/15

Series a la española

Yo estaba muy reñida con las series españolas, pero mucho. Me parecían un despropósito, una vergüenza; a veces hasta un insulto. Pero hace unos meses decidí enterrar el hacha de guerra e intentar reconciliarme, y creo que por fin lo estoy consiguiendo.
Comencé a ver de vez en cuando Los misterios de Laura, serie encuentro entretenida y divertida; pero de la que sólo puedo ver un capítulo cada vez porque es el tiempo que soporto a Laura Lebrel. Me gusta porque recupera la investigación estilo Sherlock a través de la lógica y la intuición (y la gabardina), en contraposición a las series policiacas que han proliferado en lo últimos años, pero es cierto que muchas veces sus argumentos están cogidos por pinzas.
 
Anclados la empecé a ver por casulidad una noche mientras cenaba e iba cambiando de canal. La verdad es que la dejé porque sale Joaquín Reyes, pero al rato me estaba riendo un montón; así me ha acompañado todos los lunes durante la media hora aproximadamente que tardo en cenar. Así es, no la veo entera, porque el argumento no hay quien lo soporte; y de hecho creo que los únicos personajes que valen la pena son Mariano, Campillo y Palmi, pero tiene algunos chistes geniales.
Olmos y Robles, recién estrenada y en la línea de Los misterios de Laura. Me gusta bastante porque a mi juicio han sabido conjugar varias fórmulas de éxito: la pareja policial, la mezcla de los casos con eventos históricos, leyendas, etc.; los efectos especiales y la fotografía. Vaya, que básicamente hay ido cogiendo elementos de otras series, pero todo lo han envuelto de un halo cómico que para mi tiene sentido y funciona. Eso sí, lo que más me gusta son los secundarios: los abuelos Claudio y Braulio, al estilo Bienvenido Mister Marshall; el guardia civil Atiza, que no deja de recordarme a Igor de El jovencito Frankenstein, y no sólo por esa mirada tan sugerente sino por su habilidad para escaquearse, sorprender y divertir a partes iguales; y el alcalde Damián, un tipo de lo más extravagante pero que refleja en su fondo un modelo de político español que se ha convertido en la garrapata del poder. 
Y, por último, Mar de plástico, también policiaca, pero esta vez de las serias. Confieso que estas son las que más miedo me dan, porque cuando se trata de una comedia hay detalles que paso por alto, pero si no me vuelvo muy exigente... De esta serie no me atrae tanto la trama principal sino el ambiente que la rodea: la inmigración, el racismo, la lucha de poder, etc. Y, por su puesto, la fotografía del "mar de plástico" (que, por cierto, hay una película de 2010 con el mismo título) De momento la voy a seguir viendo, pero desde ya tengo que decir que no entiendo porque las rusas hablan castellano entre sí, al igual que Yara y Kaled (si es que soy una tiquismiquis).

27/9/15

Yo opino

Últimamente por alguna extraña razón estoy leyendo algunos artículos de opinión en la red que han sido replicados y contrareplicados por otras personas con opiniones diferentes (a una de estas "discusiones" llegué gracias a Bettie, pero hay sobre los temas más variopintos). Esto me ha hecho pensar (sí a veces me pasa, es raro, pero a veces pienso) que las opiniones sólo son eso, opiniones; que son personales y no absolutas, y que por eso todos tienen razón, o más bien ninguno la tiene.
Una vez, una amiga que estudió la Licenciatura en Matemáticas me explicó que 2+2 puede ser igual a 5, y que se demuestra simplemente cambiando el sistema de numeración que se utiliza (creo recordar que era así). De hecho, muchos matemáticos a lo largo de la historia han desarrollado teorías a este respecto relacionadas con la filosofía matemática y las pruebas de invalidez (o algo parecido).
Así que, volviendo al tema, si se puede rebatir algo tan "lógico" como que 2+2=4, cómo no se van a discutir una y mil veces opiniones que de fondo son individuales e intransferibles. O según como lo veo yo, para qué se discuten, si al final nadie va a poder demostrar que tiene razón. Y es más, la mayoría de las veces tener razón no sirve para nada, excepto para sentir un orgullo basado en la ignorancia ajena/superioridad respecto al otro.
Me cuesta aceptar que en general no hay una conciencia de que las opiniones son simplemente diferentes, y que nacen de las individualidades de cada persona (la ciudad en que se vive, el trabajo que se realiza, la educación recibida, las experiencias acumuladas, la gente con la que relacionarse y así hasta el infinito). También, que las opiniones cambian, o más bien evolucionan según lo hacen las personas, porque aunque seguramente se mantengan una serie de principios y valores de base puede incluso cambiar la interpretación práctica que se hace de los mismos.
Pero lo que más me cuesta asimilar es, por un lado, la carrera por tener razón; y, por otro, la creencia de que las opiniones por ser tal pueden ser expresadas libremente y respetadas (lo que yo creo suele confundirse con la libertad de opinión). Mi profesor de Filosofía del instituto (de nuevo Bettie, guiño-guiño) dijo algo una vez que nunca he olvidado: "Las opiniones no son respetables, lo son las personas que las tienen, y por este mismo motivo a la hora de expresar una opinión hay que respetar al que la escucha porque también es una persona".
Por qué entonces leer artículos de opinión. Sencillamente porque, a mi juicio, escuchar lo que el otro tiene que decir basado en su experiencia y razonado desde su situación particular abre la mente precisamente a lo diferente: una vida distinta, experiencias distintas, etc.
Pero bueno, todo esto es, al fin y al cabo, mi humilde opinión.
Sí, la foto no tiene nada que ver, pero estos gatetes son monísimos, ¿o no?

19/9/15

El libro de las camas - Sylvia Plath

No me avergüenza decir que lo único que he leído de Sylvia Plath es un poema infantil menor, que los editores no quisieron publicar en su momento. Ni me avergüenza confesar que en realidad lo compré porque me enamoré de la edición y porque las ilustraciones son de Quentin Blake.
Tampoco me avergüenza reconocer que no leo poesía, que es un género que no me va, que no disfruto; aunque me gustaría que no fuese así. Por eso, no me avergüenza declarar que seguramente no vuelva a leer nada de esta autora, de no ser que encuentre las fuerzas mentales para coger La campana de cristal.
Tampoco me avergüenza admitir que seguiré comprando libros ilustrados por Quentin Blake, porque me fascinan sus trazos aparentemente caóticos y sus representaciones aparentemente sencillas.
 Pero, sobre todo, no me avergüenza las sonrisas que me arrancó esta delirante historia sobre todo tipo de camas tan sencilla e infantil, y al mismo tiempo tan entrañable.


7/9/15

Últimas lecturas

Lo primero es lo primero, y una vez que han pasado todas la incertidumbres laborales de forma satisfactoria, hay que retomar con las cosas importantes: ¿qué he leído en este tiempo?
Repasando las pocas entradas de estos meses me acabo de dar cuenta que no hablo de libros desde mayo, y eso no puede ser. Ponganse cómodos si esto les interesa porque va para largo:
En mayo leí dos libros:
                   Antes de morirme de Jenny Downham (Salamandra, 2007): Lo compré en la Feria del Libro Antiguo y Ocasión porque me gustó la sinopsis de la contraportada, y es que la premisa es muy atrayente: Tessa tiene cáncer y se va a morir. Se trata de una novela juvenil que engancha muy rápido, porque como es común en el género la narración no tiene grandes pretensiones. Sin embargo, creo que los personajes están muy bien desarrollados, todos ellos con sus luces y sus sombras, en un momento los odias, te parecen injustos y egoístas; y al rato siguiente los amas, empatizas con ellos y les coges cariño. Lo mejor, sin duda, es el final.
                     Contra el viento del norte de Daniel Glattauer (Alfaguara, 2006): Lo recomendó Betty y me picó la curiosidad. Me encantan los libros que están narrados de forma diferente, una vez leí uno que eran conversaciones telefónicas y me encantó. Es una lectura muy ágil, y a ratos muy divertida. La protagonista, Emmi, me toca un poco las narices (si lo habéis leído ya sabréis porqué no digo más por no hacer spoilers); pero al final le coges cariño. Eso sí, a Leo lo llevo en el corazón (suspiro).

En junio, otros dos:
                         La sonrisa etrusca de José Luis Sampedro (1985): Me despertó muchísma ternura y me trajo a la cabeza un montón de recuerdos, porque Salvatore Roncone es calcado a mi abuelo Tomás, que falleció hace ya 8 años y por el que todavía derramo una lagrimita de vez en cuando. Diría que esta novela es más bien costumbrista, porque relata el día a día de este señor cuando se traslada a Milán a casa de su hijo. Pero en esas pequeñeces cotidianas y en la descripción de las relaciones personales surge la belleza del ser humano. 
                        Ti prendo e ti porto via de Niccolò Ammaniti (Te llevaré conmigo en la edición española de Anagrama, 1999): Nico, si yo te quiero tanto, ¿por qué me haces sufrir con tus libros? En fin, como siempre una novela de 10 en la que se entrecruzan las historias de varios personajes de la forma más inesperada, en la que se vuelve a mostrar lo mejor y lo peor de la vida; en la que se da esperanza al lector, pero con la que se acaba aplastado por un destino incierto. Y además, como es habitual, todo narrado de forma brillante. Prácticamente lo devoré en un par de días de playa, y debo decir que de todos sus libros, es el que menos me ha gustado, así que imagínense como son los demás.

En julio, además del intento fallido de Ubik, también leí:
                        La extraordinaria historia de Ava Lavender de Leslye Walton (Círuclo de lectores, 2015; no sé si en español está publicado en otra editorial): Esperaba una historia que me enamorase, y tenía todos lo ingredientes para que así fuese, pero hay algo que no funciona en este libro y me dejó a medias. No sé exactamente qué es, porque los personajes; aunque no estén especialmente bien caracterizados, son interesantes; la historia familiar también lo es, así como la influencia de ésta en el momento actual de la narración; y además están los toques fantásticos... Incluso hay fragmentos de la novela que me gusta mucho como están escritos, pero aun así, a mi juicio, le falta algo.

En agosto, cayeron otros dos:
                     El teorema Katherine de John Green (Nube de tinta, 2014): Mi primer libro del autor, y aunque me generaba curiosidad por toda la revolución que se ha creado a su alrededor, no tenía en mente leer nada suyo. Sin embargo, encontré el libro en el apartamento al que fui de vacaciones, y pensé que era perfecto para los múltiples viajes que iba a hacer en tren. De él simplemente comentar que es una novela juvenil de esas que se leen rapidito y te entretienen. Me cayeron bien Hassan y Lindsey, y me gustaron todos esos datos, comentarios y pies de página de sabelotodo. Es verdad que tal vez tenga un punto más de interés que otras novelas de género, pero tampoco me ha dejado muchas ganas de leer otros libros de Green, la verdad
                        Adiós a las armas de Ernest Hemingwey (1929): Esta novela narra una historia de amor en plena I Guerra Mundial entre un teniente norteamericano voluntario en el ejército italiano que se dedica a conducir ambulancias y una enfermera inglesa destianda a ese país. Es verdad lo que dicen que Hemingwey tiene un estilo muy directo y claro, lo cual hace que el libro sea muy fácil de leer. Pero tengo que decir que la historia no me ha llegado. Por una lado, a penas hay narración belica, a mi juicio, a parte de unas pocas escenas; y por otro, no me creo el enamoramiento de los protagonistas porque veo Frederick muy reflexivo y profundo, que se busca a sí mismo; y una Catherine superficial y absurda. El relato también es de corte costumbrista, y en muchos momentos interesante; pero no puedo decir nada más positivo de él.

31/8/15

A ver si me acuerdo cómo se hace esto...

La primera ola de calor de julio me pilló leyendo Ubik, y a día de hoy todavía lo tengo a medias en la mesilla. No sé si fueron las altas temperaturas o la historia en sí, pero se torció mi ritmo lector y todavía no lo he recuperado.
Durante la segunda ola de calor, tuve un crisis existencial en plena celebración de la boda de un gran amiga (la tercera y última del año, por cierto) que me duró bastante más que la pseudo-crisis de los 30. No es que crea que se me pasa el arroz, ni quiera casarme ni nada de eso. Sino que me hice más consciente de que según pasa el tiempo soy cada vez más introvertida, que me es más difícil romper las barreras que yo misma pongo. Y mi propio mutismo me hace sentir invisible.
La tercera ola de calor, en la última semana del mes, también me dio otro puñetazo en el estómago, y además por sorpresa. De pronto, me dijeron que mi contrato iba terminar el día 31 de agosto, que el 1 de septiembre no me tenía que incorporar al trabajo después de las vacaciones como todos mis compañeros... La razón es que tengo (hasta hoy) un contrato de interinidad, y que la person titular del puesto lo abandona. Es verdad que esto es, al fin y al cabo, un oportunidad: un único proceso de selección me separa de un contrato indefinido en un trabajo que me encanta. Pero también significa volver a pasar por una prueba escrita y una entrevista, que ya hice una vez, aunque sin este sentimiento de estar jugándome algo; y hacerlo además sin ninguna garantía por parte de mis jefes (porque decirte que tienes más posibilidades que los demás, pero envíame tu currículum, a mí no me da ninguna seguridad) es algo que me desalienta porque no siento que se esté valorando el trabajo que he hecho durante casí dos años y, perdonadme si suena pretencioso o arrogante, lo he hecho muy bien.

Ahora que está terminando agosto, mes que me he tomado totalmente sabático, he decidido que tengo que seguir adelante, paso a paso y pase lo que pase: voy a "obligarme" a leer, voy a esforzarme para se más abierta, voy a volver al gimnasio y a correr (abandonar el deporte han sido daños colaterales), voy a organizar la casa y a ponerme las pilas con las pequeñas reformas que llevo mucho tiempo queriendo hacer (más daños colaterales); y aunque mañana va a ser un día duro y no dormiré hasta que no me llamen para citarme para el proceso de selección y éste haya pasado, voy a hacerlo lo mejor que pueda. 
Me siento extrañamente positiva...


27/6/15

Destino: Lanzarote

No era mi primera vez en las Islas Afortunadas, pero sí en Lanzarote; y aunque pueda ser la emoción del momento, se ha convertido en mi isla favorita. Seguramente sea por ese paisaje tan extraño, tan oscuro, lleno de lava solida, roca y arena, pero a la vez con un mar turquesa y un cielo brillante.



Tres consejos de viaje:
  1. Recorrer toda la isla, hay sitios geniales, para lo cual es necesario alquilar un coche.
  2. Reservar momentos para estar en la playa. Mi momento preferido para esto es el atardecer.
  3. Hacer esnórquel, hay vida marina a muy pocos metros; y si quedan ganas de más, alguna inmersión de buceo.



16/6/15

En el abismo que hay en tus brazos

Evidentemente no estoy cumpliendo mis propósitos, pero esta vez tengo una buena excusa que nada tiene que ver con obligaciones, sino con placeres. La semana pasada viajé a la comunidad más al sur de nuestro país y si me ha salido alguna foto decente me gustaría enseñarosla próximamente.
Mientras tanto, para desquitarme, una canción que no puedo parar de escuchar últimamente y un recuerdo.


Corría el año 1993, yo tenía 8 años, dos hermanos con los que me había cansado de jugar a Pressing Catch y unas tías muy jóvenes y a la moda del momento. Era sábado por la mañana, mi madre nos había dejado en casa de la abuela mientras iba a la compra. Mis tías quitaban el polvo y en la televisión habían puesto un programa musical de TVE . Los presentadores habían salido a la calle para preguntar a los jóvenes cual era su grupo favorito, y al parecer sólo había dos respuestas posibles: El último de la fila y Héroes del Silencio. Seguidamente, una actuación y una canción: Remando sobre el polvo. Me quedé completamente hipnotizada por una voz que me resultaba extrañamente familiar. Cuando acabó, busqué entre los discos de mis tías y encontré Astronomía Razonable, que me acompaña hasta hoy.

Buenas noches.

2/6/15

Primavera de series

Ayer al despertarme pensé: "Es 1 de junio. ¡Joder es 1 de junio". ¿No os pasa a veces que derrepente os hacéis conscientes de que el tiempo volando? Si, ya sé que es algo que se dice mucho; pero fue de esas veces en las que realmente te das cuenta que casi en lo que dura un pestañeo se ha pasado medio 2015... Y, además, todo mayo sin pasar por aquí, por lo que me hice la promesa de escribir una promesa esa misma tarde. Promesa que evidentemente incumplí...
En fin, con la intención de retomar un poco el ritmo, una entrada sin pretensiones: una lista de las series que he visto/veo/veré. Son básicamente "las de siempre", pero ahora tengo poco tiempo, así que no estoy viendo nada nuevo.


The Big Bang Theory:
Me encanta esta serie, prácticamente me destornillo con cada capítulo, me da 20 minutos de pura diversión, y no me canso de verla. Evidentemente el que mejores ratos me da es Sheldon,  pero también me declaro fan de Amy y de Raj. Y aunque la pareja Leonard-Penny no está a la altura cómica de las otras, aún siendo la peor; es mejor que muchas otras.
Es verdad que no es una serie de las que espero ansiosa, y que puedo ver un día 5 capítulos y no volver a ponerla en dos meses; pero cuando la veo no me defrauda.
The Americans:
Creo que ya la había mencionado antes por aquí. La tercera temporada ha sido simplemente espectácular. Por un lado, creo que es consecuencia de la evolución de los personajes, y de como han ido cambiando las relaciones entre ellos. Se ve una clara progresión desde el principio de la serie en este sentido. Por otro, la trama está en un punto muy interesante, tanto por el propio  momento histórico que refleja, como por la sucesión de los acontecimientos y, sobre todo, por las decisiones que están tomando los personajes. El último capítulo me dejó con la boca abierta y con muchas ganas de más.


The good wife:
También he hablado de ella antes, y ya he dicho que Alicia no me cae bien, que me encanta el persona de Eli y que me pierden los ojos de Finn. Sólo puedo añadir que esta es la sexta temporada y no ha decaído el nivel lo más mínimo: tanto las tramas, como los personajes (los viejos y los nuevos), incluso la forma en que está rodada (la música, los planos, etc. y, por supuesto, las escenas del ascensor); se mantienen igual de frescas e interesantes que el primer día; y todo ello teniendo en cuenta que la historia en nada se parece a la que comenzó. Me queda un capítulo para terminar la temporada y promete.



House of cards:
Tengo que confesar algo: Kevin, te amo; y Robin, a ti también te amo. Pero tengo que decir que está siendo una temporada un poco rara... En las dos primeras ambos personajes luchaban, caiga quien caiga, para llegar hasta donde están en este preciso momento; pero en ésta están mostrando algunos rasgos de su carácter totalmente inesperados... Como digo, aunque las otras temporadas tenían más emoción, la actual no está nada mal; y teniendo en cuenta que todavía me quedan 3 o 4 capítulos de ver, pueden aparecer muchas sorpresas.


Juego de tronos:
Como la mayor parte del planeta sigo esta serie cada semana. Reconozco que he rebajado bastante el nivel de ansiedad, y pueden pasar varios días desde que se emite el capítulo hasta que lo veo, pero sigue siendo grande. Todas las tramas abiertas me parecen interesantes, y me encantaría que en algún momento se cruzasen... Pero lo que más espero es que Daenerys controle de una vez esos dragones, ¿lo hará o se la comerán? Podría pasar cualquier cosa.


Orphan Black:
En cuanto termine alguna de las que tengo entre manos, me pongo con ésta. Como hablé hace poco de ella, no tengo nada que añadir. Bueno sí, que le tengo muchas ganas, pero que tengo miedo a que me defraude porque este género puede dar grandes momentos, pero también puede dar lugar a grandes cagadas.

2/5/15

Abril en libros

Aunque ha sido un mes más que complicado, he leído bastante (principalmente, porque tenía ganas de hacerlo):
1. Kick-ass de Mark Millar y John Romita Jr.: La película es un cuento de hadas al lado del cómic... Mientras lo leía tenía que ir parando porque se me revolvía el estómago, así que puedo decir que no es para todos los públicos. Al terminarlo odie profundamente a Big Daddy, y no puedo dejar de pensar que Dave es un idiota.
2. La voz dormida, de Dulce Chacón: Me ha emocionado muchísimo, me ha sobrecogido, me ha llegado a lo más hondo. Este libro es todo sensibilidad y emoción, pero también refleja fuerza y valentía. Me ha encantado la historia, los personajes y la forma de narrar. De diez.
3. Noche de tormenta, de Michèle Lemieuz: Este pequeño álbum ilustrado repasa los pensamienos de una niña que no puede dormir en la cama, y he reconocido a una pequeña yo... Es tierno y divertido, con un puntito de magia.
4. El guardián invisible, de Dolores Redondo: Es la primera parte de la Trilogía del Baztán (creo que se llama así), y en principio no pensaba leerlo porque este género me cuesta. No porque no me enganchen las novelas policiacas, sino porque nunca tengo ganas de ponerme con ellas. En fin, lo compré para él, porque, a diferencia de mí, son los únicos libros que lee; y éste se lo devoró en dos días, por eso me pico la curiosidad. La historia me ha atrapado, lo confieso; pero no me ha gustado nada la narración, y la inspectora Amaia Salazar me cae fatal. Sin embargo, la mezcla de los acontecimientos con la mitología navarra y la tía Engrasi me han enamorado. Le voy a dar una oportunidad al siguiente.
5. Y despiertas... mientras hilan las mariposas, de Nina da Lua y Joana Santamans: Otro álbum ilustrado. La historia es un homenaje a los cuentos clásicos (y no tan clásicos), no está mal, pero no me gustó el final, demasiado "moralizante". Lo realmente maravilloso son las ilustraciones, deliciosas.
6. Laika, de Nick Abadzis: Sí, es la historia del primer ser vivo en el espacio; pero este tebeo mezcla realidad y ficción para contar cosas que poco o nada tienen que ver con la carrera espacial o la guerra fría. No sé si se está editando en España, creo que lo estuvo, pero ahora no he podido encontrarlo; yo tengo una edición italiana.

Este post no puede terminar aquí, porque la semana pasada fue el Día del Libro y eso solo puede significar una cosa: compras compulsivas.
1. Y despiertas... mientras hilan las mariposas, de Nina da Lua y Joana Santamans.
2. Mirabilia, de Conrad Roset y Milena Nonó. Un álbum ilustrado de los que te dejan con la boca abierta porque es precioso. Sobre la historia, ya os contaré más cuando lo lea; pero de Conrad Roset ya leí Ensueños (ilustrado por David Aceituno) y me gustó bastante. 
3. Mil soles espléndidos,  de Khaled Hosseini: Hace muchísimo tiempo me regalaron Cometas en el cielo, y lo disfruté; así que ya va siendo hora de seguir leyendo este autor. 
4. Mansfield Park, de Jane Austen: Quiero seguir con la novela de época, pero de momento no me atrevo a probar nada nuevo y sigo con la Austen.
5. Contra el viento del norte, de Daniel Glattaeur: Lo he visto en el blog de Bettie, y me fio de su criterio, por lo que cuando lo vi solito en un estante de la librería decidí que se venía conmigo.
6. Ubik, de Philip k. Dick: Quiero darle una oportunidad a la Ciencia Ficción, que en pantalla me gusta mucho, pero en literatura no recuerdo haberla probado.
7. Romeo y Julieta, de William Shakespeare: Me apetece estrenarme con este autor, y cuando vi está edición tan mona, tan bien de precio y, sobre todo, tan fina, no me lo pensé más.   

28/4/15

Sailor Moon booktag

Muchos días después, vuelvo. No ha sido una ausencia "por placer", sino todo lo contrario (digamos que he vuelto a tener tiempo de jugar a videojuegos), pero vuelvo, que es lo importante.
Como me apetece mucho escrbir y publicar algo, pero no tendo ganas de pensarlo mucho, y además vi hace algún tiempo este tag tan molón sobre Sailor Moon, y yo era (soy) muy fan de este anime, pues ahí va... No me acuerdo en que blog lo vi, pero sí sé que lo inventó MaikoVlogs.

1. Sailor Moon: Un libro que te haya hecho llorar
La voz dormida, de Dulce Chacón. No es que me deshiciese en lágrimas, pero esta novela me ha emocionado muchísimo, y tiene fragmentos que me han tocado la "patata". Un libro absolutamente fantástico.

2. Sailor Mercurio: un libro que te haya hecho pensar:
Adán y Eva de Ayaan Hirsi Ali, que es la historia de dos preadolescentes que vienen de mundos muy distintos, pero que ambos son rechazados en la escuela. Él es hijo de inmigrantes árabes y vive una situación de pobreza; ella es hija de unos ricos judíos. El libro habla de prejucios y de intolerancia, pero también de la belleza del mundo, con sus semejanzas y diferencias, cuando se observa con curiosidad, inocencia y sensibilidad. Lo leí hace ya varios años, y lo recuerdo con mucho cariño.
 
3. Sailor Venus: un libro que te haya enamorado:
El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien. Lo leí cuando tenía unos 16 o 17 años, y lo releí tantas veces que me sabía partes de memoria. El libro que más me gusta de la triología es La comunidad del anillo, la parte que menos me gustó porque se me hizo muy pesada es en la que Frodo y Sam viajan solos con Gollum, mis personajes favoritos son Eowyn y Sam, estoy enamorada de los Ent y creo que odio más a Saruman que a Sauron. Quiero volver a leerlo, pero ahora no es el momento oportuno.
 
4. Sailor Marte:un libro muy apasionado:
El corazón helado, de Almudea Grandes. Lo leí hace por lo menos 7 años, y me acuerdo perfectamente de la atracción que sienten los protagonistas y de la pasión de sus encuentros. Pero es que esta historia es mucho más, y me hipnotizó por completo. Altamente recomendable.

 5. Sailor Júpiter: un libro con una protagonista fuerte:
La mujer que no pierde la visión en Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. Este libro perfectamente podría estar en la categoría de "libro que te haya hecho pensar", pero he preferido ponerlo aquí porque todo eso que me provocó y sobre lo que reflexioné mientras lo leía (y después) lo "vivió" la protagonista y no tardé mucho en darme cuenta que es toda una heroína.

 6. Sailor Neptuno: un libro relacionado con la música:
Deseo de ser punk, de Belén Gopegui. Ya hablé de este libro cuando lo leí, y ya dije que tiene un montón de canciones entre sus páginas. De hecho podría hacerse una muy buena "playlist" con ellas. Lo que más me gustó de él es como la música inicia la transformación de la protagonista, y como la acompaña durante toda la historia.

 7. Sailor Urano: un libro con importancia LGBT:
Sputnik, mi amor, de Haruki Murakami. También he hablado de él, y no es mi preferido del autor. Surime, la protagonista, se enamora perdidamente y de forma no correspondida de otra mujer mayor que ella, Myu; y cuanto más inalcanzable se vuelve, más pasión siente.

8. Sailor Saturno: una muerte que te haya dolido mucho:
¿¡¿¡En serio, Rowlin!?!? ¿¡De verdad era necesario!? ¿Realmente tenías que cargarte a Dobby? Has sido realmente cruel.

9: Sailor Plutón: un libro con el que se pase el tiempo volando:
Hay muchos libros que me han atrapado (algunos incluso me han "robado" horas de sueño, pero me las han devuelto en ensoñaciones mientras estoy despierta). Éste en concreto, Seda de Baricco, me parece un libro delicioso, perfecto para disfrutarlo en una tarde. Y además, esta edición con ilustraciones de Rébecca Dautremer, te deja, si cabe, más hipnotizada por la historia.

10. Luna: mascota literaria ideal:
Casiopea, la tortuga que aparece en Momo, de Michael Ende. Ya sé que no es exactamente una mascota, pero me encanta este personaje.

11. Chibiusa: personaje literario insoportable:
Lydia Bennet, la pequeña de las Bennet de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. Su actitud ante la vida me resultó particularmente fastidiosa mientras leía el libro, pero es que cuando vi la película le cogí una manía... Y no es sólo que vaya persiguiendo hombres, o que sea una inconsciente; es que me pareció un personaje muy egoísta.

12. Tuxedo Mask: personaje masculino preferido:
Luis, el protagonista de Vive como puedas de Joaquín Berges; porque hace unas reflexiones personales, sociales, morales, filofosales... Que te dejan "muertamatá". Además, este es un libro muy, muy divertido y que recomiendo mucho, mucho.