31/8/15

A ver si me acuerdo cómo se hace esto...

La primera ola de calor de julio me pilló leyendo Ubik, y a día de hoy todavía lo tengo a medias en la mesilla. No sé si fueron las altas temperaturas o la historia en sí, pero se torció mi ritmo lector y todavía no lo he recuperado.
Durante la segunda ola de calor, tuve un crisis existencial en plena celebración de la boda de un gran amiga (la tercera y última del año, por cierto) que me duró bastante más que la pseudo-crisis de los 30. No es que crea que se me pasa el arroz, ni quiera casarme ni nada de eso. Sino que me hice más consciente de que según pasa el tiempo soy cada vez más introvertida, que me es más difícil romper las barreras que yo misma pongo. Y mi propio mutismo me hace sentir invisible.
La tercera ola de calor, en la última semana del mes, también me dio otro puñetazo en el estómago, y además por sorpresa. De pronto, me dijeron que mi contrato iba terminar el día 31 de agosto, que el 1 de septiembre no me tenía que incorporar al trabajo después de las vacaciones como todos mis compañeros... La razón es que tengo (hasta hoy) un contrato de interinidad, y que la person titular del puesto lo abandona. Es verdad que esto es, al fin y al cabo, un oportunidad: un único proceso de selección me separa de un contrato indefinido en un trabajo que me encanta. Pero también significa volver a pasar por una prueba escrita y una entrevista, que ya hice una vez, aunque sin este sentimiento de estar jugándome algo; y hacerlo además sin ninguna garantía por parte de mis jefes (porque decirte que tienes más posibilidades que los demás, pero envíame tu currículum, a mí no me da ninguna seguridad) es algo que me desalienta porque no siento que se esté valorando el trabajo que he hecho durante casí dos años y, perdonadme si suena pretencioso o arrogante, lo he hecho muy bien.

Ahora que está terminando agosto, mes que me he tomado totalmente sabático, he decidido que tengo que seguir adelante, paso a paso y pase lo que pase: voy a "obligarme" a leer, voy a esforzarme para se más abierta, voy a volver al gimnasio y a correr (abandonar el deporte han sido daños colaterales), voy a organizar la casa y a ponerme las pilas con las pequeñas reformas que llevo mucho tiempo queriendo hacer (más daños colaterales); y aunque mañana va a ser un día duro y no dormiré hasta que no me llamen para citarme para el proceso de selección y éste haya pasado, voy a hacerlo lo mejor que pueda. 
Me siento extrañamente positiva...