25/10/15

Cuento de las buenas noches

En esta historia se cuenta que, en una tierra que estaba en guerra, había un emperador muy temido porque hacía muchos prisioneros. Pero éste, en vez de matarlos, los llevaba a una sala en la que, a un lado, estaban sus arqueros y, al otro, una gran puerta de hierro en la que había grabadas calaveras sangrantes y otros dibujos atemorizantes.
Un vez allí, el emperador hacía que todos los prisioneros formasen un círculo y les decía: "A todos ustedes les hablo: les doy la oportunidad de elegir entre morir atravesados por las flechas de mis arqueros o bien irse por esa misteriosa puerta".
La elección de todos los prisioneros que pasaron por allí fue la de morir por las flechas de los arqueros antes que cruzar la puerta que tanto los atemorizaba.

Mucho tiempo después, una vez que la guerra había terminado, uno de los soldados más cercanos al emperador decidió consultarle una duda que lo había acompañado por muchos años: "Mi emperador, con su permiso, ¿puedo hacerle una pregunta?". El emperador asintió, y el soldado continúo: "He tenido siempre curiosidad por saber que hay trás esa puerta tan aterradora, ¿podría decírmelo?" A lo que el soberano respondió "Acércate, abre la puerta y compruebalo por ti mismo".
Con gran temor, el soldado se acercó a la puerta y agarró la manilla. Respiró hondo antes de abrirla sintendo como el miedo crecía un poco  más. Pero, a medida que iba empujando, la sala se iluminaba por acción de los rayos del sol que entraban; y una vez abierta, se sorprendió al ver un enorme camino.
El soldado se volvió hacia el emperador y lo miró con admiración. Éste argumentó: "Ellos sólo debían elegir, esa era la oportunidad que yo les daba, pero ante el temor que les provocaba la puerta, todos decidían ser traspasados por las flechas de los arqueros. El miedo no les dejó ser libres".

Y tú, ¿cuántas puertas no has abierto por el miedo a los desconocido?
(Otra historia contada, desconozco el autor).

19/10/15

Septiembre en libros

A principios de septiembre empecé a leer Legado en los huesos de Dolores Redondo, la segunda parte de la conocida Trilogía del Baztán. El primer libro lo leí y en abril y ya os conté mi opinión. (ATENCIÓN: SPOILERS A CASCOPORRO A PARTIR DE AQUÍ). En éste, la narración me ha parecido menos pretenciosa, y la inspectora Amaia Salazar también; seguramente haber tenido un hijo la ha bajado del Olímpo del FBI y la ha hecho ser un poquito más persona. En general, ella me ha caído mejor y la historia con su madre empieza a tener algo de sentido, aunque sigue estando un poco cogida con pinzas. 
También me ha gustado que los personajes masculinos tengan algo más de protagonismo en este libro, no porque sean hombres, sino porque en el otro estaban casi casi para hacer bulto. De hecho, creo que a ese equipo le hace falta otra mujer porque está en el ambiente que Amaia tiene que "comportarse como un hombre para hacerse respetar en un mundo de hombres", o al menos eso percibo yo. O igual no le hace falta otra mujer, pero es que la pelea a puñetazos con Montes me pareció lamentable.
Tampoco me gustó ese amor incondicional-pasión irrefrenable-lo que sea del juez Markina hacia Amaia. No tiene fundamento ni sentido alguno, por lo menos para mí.
En general, creo que es una historia más rica, con más tramas y mejor ligadas que la primera, que incluso deja algunos cabos sueltos para generar curiosidad con la continuación; pero me enganchó más la otra, seguramente por la novedad.
En un viaje que hice en septiembre leí otro libro (porque Legado en los huesos era demasiado grande para llevármelo). Fue Chesil Beach de Ian McEwan. Desde que lo terminé no puedo dejar de preguntarme como hace McEwan para contar tanto en tan poco. Me explico, no es sólo que el libro sea corto, es que se trata de una historia tan aparentemente sencilla, que no deja de sorprenderte el curso de los acontecimientos. Y es que al final, se transforma en algo muy complejo. Supongo que esto también ocurre en Expiación (la otra novela que he leído del autor), como una simple noche en la vida de unas personas cambia el rumbo de sus vidas para siempre.
En Chesil Beach conocemos a Edward y a Florence, y cuando digo que les conocemos, es así realmente. Y como la historia está contada alternativamente por ellos, llegas a empatizar con ambos aunque sus puntos de vista sean en ocasiones totalmente opuestos. Además, los saltos temporales encajan a la perfección con el hilo principal, y ayudan a dar sentido a todo. 
Sin duda, es un libro magnífico y lo recomiendo mucho.

11/10/15

Una noche en el cine

El jueves fui al cine, hará unos 5 o 6 meses que no voy, y casi casi se me han quitado las ganas de ir en otro tanto... Bueno, esto es un poco exagerado, pero sí puedo afirmar que no volveré a ese cine en concreto.
La cosa ya empezaba mal porque fuimos a la sesión de las 22:30. Esto es un esfuerzo sobrehumano porque el jueves estoy agotada de toda la semana, pero El Barbas trabaja de tarde y es lo que hay. Siguió empeorando cuando la joven de la taquilla me dijo que ese día no era la Fiesta del Cine (sí, somos unos empanados y se nos fue la olla, omitamos comentarios al respecto que ya me fustigo yo sola) y pagué la entrada a 8,10 €. Me quedé muerta-matá, porque aunque cuando vamos al cine lo hacemos el día del espectador o similar (la entrada cuesta entre 3,50 € y 3,90 €; que no es poco), pero sé que a los cines a los que solemos ir la entrada normal cuesta entre 5,50 € y 6,90 € (en función de si es entre semana o fin de semana, e incluso suele haber bonos para que los fines de semana te cueste un poco menos). Para rematar la jugada, nos colocaron 20 minutos de anuncios, no de trailers, de anuncios, antes de la película; y no antes de la hora de inicio, no; sino que a las 22:30 en punto empezaron con la publicidad, así que la película empezó a las 22:50. Osea, que he pagado 8 eurazos como una casa y encima me ponen anuncios que tengo que ver sí o sí.
Por si a alguien le interesa fue en unos Cines Yelmo, que sé tienen salas por todo el país. No sé si en todas es así o no.

La noche no mejoró con la película porque no me gustó... Vimos Regresión y aunque la premisa es muy interesante, al final es sosa y previsible. El dúo detective y psicólogo es aburrido, y el papel de la víctima, me deja fría. 

4/10/15

Series a la española

Yo estaba muy reñida con las series españolas, pero mucho. Me parecían un despropósito, una vergüenza; a veces hasta un insulto. Pero hace unos meses decidí enterrar el hacha de guerra e intentar reconciliarme, y creo que por fin lo estoy consiguiendo.
Comencé a ver de vez en cuando Los misterios de Laura, serie encuentro entretenida y divertida; pero de la que sólo puedo ver un capítulo cada vez porque es el tiempo que soporto a Laura Lebrel. Me gusta porque recupera la investigación estilo Sherlock a través de la lógica y la intuición (y la gabardina), en contraposición a las series policiacas que han proliferado en lo últimos años, pero es cierto que muchas veces sus argumentos están cogidos por pinzas.
 
Anclados la empecé a ver por casulidad una noche mientras cenaba e iba cambiando de canal. La verdad es que la dejé porque sale Joaquín Reyes, pero al rato me estaba riendo un montón; así me ha acompañado todos los lunes durante la media hora aproximadamente que tardo en cenar. Así es, no la veo entera, porque el argumento no hay quien lo soporte; y de hecho creo que los únicos personajes que valen la pena son Mariano, Campillo y Palmi, pero tiene algunos chistes geniales.
Olmos y Robles, recién estrenada y en la línea de Los misterios de Laura. Me gusta bastante porque a mi juicio han sabido conjugar varias fórmulas de éxito: la pareja policial, la mezcla de los casos con eventos históricos, leyendas, etc.; los efectos especiales y la fotografía. Vaya, que básicamente hay ido cogiendo elementos de otras series, pero todo lo han envuelto de un halo cómico que para mi tiene sentido y funciona. Eso sí, lo que más me gusta son los secundarios: los abuelos Claudio y Braulio, al estilo Bienvenido Mister Marshall; el guardia civil Atiza, que no deja de recordarme a Igor de El jovencito Frankenstein, y no sólo por esa mirada tan sugerente sino por su habilidad para escaquearse, sorprender y divertir a partes iguales; y el alcalde Damián, un tipo de lo más extravagante pero que refleja en su fondo un modelo de político español que se ha convertido en la garrapata del poder. 
Y, por último, Mar de plástico, también policiaca, pero esta vez de las serias. Confieso que estas son las que más miedo me dan, porque cuando se trata de una comedia hay detalles que paso por alto, pero si no me vuelvo muy exigente... De esta serie no me atrae tanto la trama principal sino el ambiente que la rodea: la inmigración, el racismo, la lucha de poder, etc. Y, por su puesto, la fotografía del "mar de plástico" (que, por cierto, hay una película de 2010 con el mismo título) De momento la voy a seguir viendo, pero desde ya tengo que decir que no entiendo porque las rusas hablan castellano entre sí, al igual que Yara y Kaled (si es que soy una tiquismiquis).