17/4/16

Cine de marzo

Marzo no ha sido un gran mes cinéfilamente hablando. No fui ni una sola vez al cine, de hecho sólo vi 3 películas, todas en casa:

El curioso caso de Benjamin Button, de David Fincher (2008), es de esas películas que me llaman la atención cuando se estrenan, pero que no veo por alguna razón si importancia, y entonces dejo pasa el tiempo porque, aunque sigo teniendo ganas de verla, me da pereza.
Esta película es larga larguísima, pero no le sobra ni un minuto, no se puede acortar una historia de vida tan fantástica. Tiene un montón de momentos en los que se te pone la piel de gallina, visiualmente es genial, y la música acompaña muy bien; así que todo bien mezclado resulta como el mejor de los gintonics. Además, el cuarteto Fincher - Roth - Pitt - Blanchet, creo que funciona a las mil maravillas
Me gustó mucho porque es pura emoción, y la recomiendo mucho, si todavía hay alguien que no la ha visto.


Un domingo tonto, vi Mi gran boda griega, de Joel Zwick (2002). No sé si es la tercera o cuarta vez que la veo, pero con el estreno de la segunda parte, me picó el gusanillo otra vez.
Podría decir que es un 'guilty pleasure', pero no lo voy a hacer, porque me parece una comedia romántica genial. Y aunque la verdad es que no es un género que suela ver, y por tanto no tengo mucho con lo que comparar, repito: es una comedia romántica genial. 
Me encanta, me río muchísimo cuando la veo, me sé los chistes casi de memoria, y me río igual. Además, está protagonizada por John Corbett, y servidora tiene un amor platónico con Chris Stevens desde que descubrí "Chris en las ondas" de la K-OSO.


La situación fue la siguiente: posada cántabra en medio de la nada, lluvias torrenciales, no funciona el Internet, a parte de programas de cotilleo y series repetidas, sólo ponen El hombre de acero, de Zack Snyder (2013), pues la veo.
No tengo mucho que contar, la típica película de un tipo muy bueno que se sacrificaría por la humanidad contra uno muy malo que quiere destruirla, y hay un montón de acción y efectos especiales.
No me supuso un gran sufrimiento verla, pero tampoco  me dijo nada especial.

10/4/16

Marzo en libros


En marzo leí La elegancia del erizo, de Muriel Barbery, que fue todo un éxito hace ya varios años y del que había oído hablar muy bien. Por eso, cuando lo ví en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión por sólo 7 € no me lo pensé demasiado. 
No puedo decir que el libro me haya gustado, pero tampoco que no lo haya hecho. Estoy confusa respecto a él. Al principio estuve tentada de abandonarlo, porque pasaban las páginas pero la historia no avanzaba, ¿son necesarias casi 100 páginas de lenta y enrevesada narración para presentar a las protagonistas? Y además, ni si quiera me cayeron bien: la niña por resabida y la portera por cobarde No me gustó esa actitud de: "te desprecio porque soy intelectual y culturalmente superior a ti, ricachón que lo tiene todo". 
Por suerte, una vez pasado el primer bache, la cosa coge ritmo: la narración es más ligera, la trama más interesante, a la portera le coges mucho cariño y la niña va siendo más niña a medida que avanza la novela.
Pero entonces, llega el final, y me enfadé mucho, porque me parece totalmente forzado y gratuito; y si se me permite, con pretensión de lágrima fácil. 
Eso sí, lo que más me desconcertó es que la niña se llama Paloma, y su hermana Colombe, que significa Paloma en francés. ¿Alguien sabe por qué? De verdad que estoy intrigada...

Para desquitarme leí esa gran obra maestra que es La casa, de Paco Roca. Es un cómic que se lee en un pispas, pero que me removió muchísimo y me dejó un alo de melancolía. Así que, recomendadísimo. El año pasado leí Arrugas y también me encantó, por lo que seguiré leyendo más cosas de este autor

El mes terminó con Entre extraños, de Jo Walton, que también lo compré baratito en la Feria. Este libro me dejó con la boca abierta, me gustó muchísimo y no esperaba que lo hiciera, al menos tanto. No es una gran historia llena de sobresaltos, sino más bien todo lo contrario, son pequeñas píldoras de sucesos interesantes que van  conformando la vida de una adolescente no muy corriente. Me gustó mucho el personaje de Morwenna, porque es sincera, vital e inteligente, tiene esa mezcla de persona decidida y con carácter que por su edad se inhibe, y además es una devoradora de libros. Creo que está muy bien construido.    
También me gustó como quedan hilvanados los dos mundos: el real y el mágico. Le da mucha credibilidad a la historia y de verdad que ahora cada vez que voy al parque tengo la esperanza de ver un hada ;)  
Además es una historia que se lee muy rápido, tanto porque la trama engancha y siempre te quedas con ganas de seguir, como por la estructura en forma de diario. También lo recomiendo.

En general, ha sido un buen mes lector. A ver abril cómo se porta porque de momento estoy un poco desganada con la lectura...

3/4/16

Escapada cántabra

Un par de días antes de comenzar la Semana Santa decidimos hacer una escapada. Gran idea, gran decisión.

La primera parada fue Santillana del Mar, la famosa villa de las 3 mentiras. Es muy pequeña, pero tiene mucho encanto, y merece la pena dar un par de vueltas a las calles principales para fijarse bien en todos los detalles. También vsitamos la Colegiata.

 

Quisimos adentrarnos en la región incluso antes de visitar la costa, así que planeamos una excursión a Picos de Europa, parando en el Mirador de Santa Catalina desde donde hay una vista espectácular del desfiladero de la Hermida, y también en el pueblo de Potes. Por desgracia ese día hacía mucho viento y no pudimos subir a la montaña porque el teleférico de Fuente Dé no funcionaba.





Fuimos a Comillas, sin duda un pueblo impresionante. Tiene un bonito casco antiguo, y además 3 visitas imprescindibles: el Palacio de Sobrellano, el Capricho de Gaudí y el Ángel Exterminador del cementario.








Visitamos también San Vicente de La Barquera y seguramente fue el pueblo que más fría me dejó.



Y la última parada técnica fue Liérganes, que es muy chiquito pero tiene su encanto. Eso sí, lo que no hay que perderse en la deliciosa cerveza artesana que hacen.



Y además de ofrecer tanta variedad de paisajes y paseos, no hay que olvidar lo bien que se puede comer: pescadito, marisco, ternera, cocido montañés y lebaniego... Ñam.